Cuando el presidente Donald Trump se dirigió a las Naciones Unidas esta semana, su divagatorio discurso de 55 minutos abordó muchos temas cruciales. En este blog me limitaré a uno solo: el cambio climático.
El presidente calificó el cambio climático como «la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo». Se refirió al «engaño del calentamiento global».
Nuestra diócesis ha asumido importantes compromisos con el cuidado de la creación. Tras escuchar cómo se desestimaba la crisis climática, me comuniqué con la Rev. Dra. Margaret Bullitt-Jonas, conocida por todos los lectores de este blog y por muchos más como líder internacional en teología y espiritualidad del cuidado de la creación. Ella respondió a las afirmaciones del presidente con estos hechos:
“2023 fue el año más caluroso jamás registrado a nivel mundial ( Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ) – hasta 2024, que a su vez fue el año más caluroso jamás registrado ( OMM ). La emergencia climática ya está aquí. Acosada por incendios forestales, inundaciones y tormentas, la gente se desplaza. El año pasado, Un récord de 11 millones de estadounidenses fueron desplazados por desastres climáticos , por no hablar de los millones de personas más en todo el mundo que se ven obligadas a migrar debido a fenómenos meteorológicos extremos. No es de extrañar que sean las comunidades pobres y de clase trabajadora las que sufren primero y más en un clima cambiante, ya que viven en zonas propensas a inundaciones, en zonas de incendios forestales y en barrios sin vegetación ni aire limpio. Informe de la EPA sobre vulnerabilidad climática y social ). Por supuesto, no solo los humanos estamos sufriendo: toda la red de la vida se está desmoronando ante nuestros ojos. ¿Sabías que hay la mitad de animales salvajes en el planeta que en 1970? Los científicos llaman a esta masiva mortandad... aniquilación biológica .'”
Margaret y muchos otros en nuestra diócesis me siguen inspirando para priorizar el Cuidado de la Creación al seguir a Jesús en su misión de misericordia, compasión y esperanza. Esto se ha vuelto aún más importante para mí desde que tengo nietos. ¿Cómo será la Tierra cuando lleguen a mi edad?
¿Qué debemos hacer? El Camino Episcopal hacia la Justicia de la Creación nos ofrece esperanza y ayuda.
Llevemos las palabras del Presidente al mundo como un desafío para orar, aprender, actuar y defender la creación de Dios. Por amor a Dios y por el futuro de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos.
+Doug